domingo, 6 de junio de 2021

10. Por la acción del Espíritu Santo, una parte considerable de la Opinión Pública se está articulando y empieza a romper el cerco del silencio - El mayor plan de descristianización y totalitarismo "verde" de la historia

 

  1. Por la acción del Espíritu Santo, una parte considerable de la Opinión Pública se está articulando y empieza a romper el cerco del silencio

El manifiesto del IPCO analizaba sobre todo la aceptación mayoritaria de la maniobra de ingeniería social y de trasbordo ideológico de la que estaba siendo víctima la población mundial. De hecho, en abril del año pasado, al principio del largo cierre, todavía no había reacciones. Pero esta actualización no estaría completa si no mencionara las que surgieron posteriormente en numerosos países.

Venían de circunstancias totalmente explicables, como la recuperación del sentido común tras la disminución del miedo, el cansancio por las medidas restrictivas, el hundimiento económico para muchas personas y para sectores enteros de la economía, la desconfianza ante las tergiversaciones del gobierno y la unilateralidad de los medios de comunicación, etc.

En el Reino Unido, Francia, Alemania, Austria, Finlandia, Serbia, Rumania (103)… En al menos 42 países, el pasado 20 de marzo, miles de personas salieron a la calle contra las medidas anti-Covid, especialmente contra los lockdowns (104).

S.A.I.R. Príncipe Imperial del Brasil Dom Bertrand de Orléans y Braganza se dirige a la multitud de manifestantes que gritan «¡Nuestra bandera nunca será roja!»; «¡No queremos comunismo!»



S.A.I.R. Príncipe Imperial del Brasil Dom Bertrand de Orléans y Braganza se dirige a la multitud de manifestantes que gritan «¡Nuestra bandera nunca será roja!»; «¡No queremos comunismo!»

En Brasil, el pasado 1° de mayo -fecha tradicionalmente usada por los sindicatos de izquierda para celebrar el «día del trabajo»- el país se vio sorprendido por grandes manifestaciones que, superando el miedo al contagio, reunieron a cientos de miles de personas contra las medidas restrictivas. De forma pacífica y ordenada, repetían las frases que marcaron las grandes manifestaciones por el impeachment de la expresidenta izquierdista Dilma Roussef, ocurridas en 2016: «¡Nuestra bandera nunca será roja!»; «¡No queremos comunismo!»(105).

Al mismo tiempo, se siente el aliento del Espíritu Santo. Los jóvenes privados de misas e impedidos de rezar en las iglesias se acercan a la Iglesia tradicional y buscan la misa en latín (106). El deseo de conocer y defender ese pasado marcado por la Civilización Cristiana ejerce una atracción sobre ellos que se manifiesta en su participación en los debates en las redes sociales y en la formación de grupos de discusión sobre temas religiosos.

La evocación del pasado cristiano de Occidente -una época histórica odiada por la izquierda, despreciada por el clero llamado «progresista», sistemáticamente atacada por la prensa y el mundo académico- renace inesperadamente, no como mera nostalgia romántica e ineficaz, sino como inspiración para la lucha por su restauración. A diferencia de las generaciones anteriores -que en palabras de Plinio Corrêa de Oliveira «eran amigas de Dios pero no enemigas de los enemigos de Dios»- los jóvenes católicos de hoy quieren militar en una cruzada por los principios cristianos, declarándose abiertamente enemigos de los enemigos de Dios.

Y esto se da en todo el mundo. En Francia, en pleno lockdown, cientos de jóvenes han rezado públicamente frente a las iglesias cerradas en varias ciudades, exigiendo el regreso de la misa (107), obteniendo la derogación de una medida discriminatoria (108). En Estados Unidos, mientras la asistencia a las misas en inglés disminuye, las misas en latín aumentan en número de fieles (109). Este hecho es mucho más revelador de la extenuación de la actual era histórica de la posmodernidad y del retorno de Dios en la Historia, que cualquier análisis político-partidista.

Próxima entrada (final):
  1. Conversión, fidelidad y resistencia: marco definitivo para un gran resurgimiento


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