Feminismo y redes transnacionales de todas las izquierdas

 

Las estancias, fruto del esfuerzo del estanciero patriarcal -padre de familia lleno de paternalidad hacia sus hombres y subordinados- fueron -y siguen siendo, bajo otras circunstancias- un foco de trabajo fecundo y civilización en nuestra patria cristiana.
El feminismo deforma la realidad -como en el cuadro que publicamos- tornándola monstruosa, para poder justificar su embestida contra lo bueno y civilizado, a lo que llama "capitalismo patriarcal". "Patriarcal" viene de "padre". Los y las feministas odian la figura paterna, como lo expresa el lema pintado en Paraná: "ni Dios, ni amo, ni patrón, ni marido".

Las feministas y las redes trasnacionales de todas las izquierdas - El Foro Social Mundial
El Foro Social Mundial es ámbito donde se destacan seminarios organizados por la red denominada "Marcha Mundial de las Mujeres", que articula a feministas de más de 160 países en los 5 continentes, para luchar contra lo que denominan "capitalismo patriarcal".
Los numerosos movimientos feministas revolucionarios  organizan seminarios donde plantean objetivos comunistas y anarquistas. La socióloga Mary Garcia Castro, de la Unión Brasileña de Mujeres (UBM), en el seminario "Corrientes emancipadoras en tiempos de globalización", en el 2º FSM, defendió la tesis de que "la fuerza revolucionaria del feminismo socialista" es un ingrediente indispensable para profundizar en el continente la "lucha de clases y la primacía de los y de las proletarias" de acuerdo al llamado de Marx y Engels en el "Manifiesto Comunista". Sostiene que las feministas deben constituirse en "una instancia crítica a la izquierda de la izquierda"; un polo de radicalidad capaz de impulsar las "utopías" que animan a los "socialismos libertarios".
A través de "redes transnacionales de todas las izquierdas de corte socialista y comunista", esperan que se constituya en América Latina un eficaz "frente" de acción revolucionario. Expresan "solidaridad" con la revolución comunista de Cuba colocándose a la izquierda –inclusive!- del teórico anarquista Herbert Marcuse. El propio Partido comunista del Brasil (PC do B) también destaca el indispensable aporte de la "radicalidad del feminismo" en las actuales luchas revolucionarias.
La defensa del verdadero Orden, como lo enseña la doctrina tradicional de la Iglesia, sólo puede hacerse eficazmente reafirmando, con vigor y firmeza proporcionados a la virulencia de feministas y abortistas, la vigencia de estos principios perennes que  feministas e izquierda en general abominan. Las fórmulas aguadas y esconder sistemáticamente esos fundamentos venerables son una forma de colaborar –consciente o no- con la obra de destrucción de "los" y "las" que elocuentemente sostienen: “más vale un fin infernal que un infierno sin fin”.